7 CONSEJOS PARA LOGRAR LAS PEORES FOTOS DE VIAJE


Llega la temporada veraniega y el momento de hacer más fotos que nunca. Los viajes y sus oportunidades fotográficas. Es el tiempo del  experto para ayudarnos a empeorar aún más, si cabe, el nivel de nuestras realizaciones fotográficas.  

1.- Dispara a todo lo que se mueva.-  Primero unas ideas básicas  para conseguir tu foto mala de solemnidad.  Y con criterio: un pájaro, tu niño que corre en la playa, tu niño que juega con la arena. Una sombrilla. Tu suegra. Una silla. Una palmera en la playa. Tus amigos. Tus amigos saltando. Tus amigos como en un fotomatón. Una amiga detrás de otra haciendo la señal de los cuernos.  Tu niño revolcándose en la arena. El niño con el flotador. El niño con la pala. La foto de Pepe haciendo la bomba en la piscina. Se me olvidaba: ¡El sol a contraluz! (ideal para provocar un desprendimiento de retina y ceguera parcial). 

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Harry Fisch.- Barbero en Zainabad, India.




2.- Mantente a la distancia del tímido.-  Ni cerca, ni lejos. Es la “distancia del tímido”. Esa en la que te encuentras incómodo y consigues que el retratado se incomode también. Para nota. No  te acerques demasiado ni te alejes mucho. Es un arte, si quieres hacer una foto mala, mala, mala,  el  mantenerte a la  distancia en la que no logras  ningún tipo de contacto visual –el fotografiado no entiende qué es lo que quieres – pero tampoco estás  lo suficientemente lejos para permitir que el sujeto actúe  de forma natural. Además, si eres suficientemente persistente,  conseguirás que el “paciente” esté permanentemente mosqueado. Con suerte hasta puede ser el inicio de una interesante conversación.


Harry Fisch, Fieles en Bodnath, Nepal.



3.- Asegura la máxima  confusión tras el sujeto .-El secreto de toda mala fotografía es un fondo confuso y con mucha actividad errática. Lo ideal es que tengas un lío de colores y de formas: un cable, unas cosas sueltas, dos personas de medio lado detrás de la persona fotografiada.  Este juego de confusión es ideal para que el sujeto fotografiado se pierda en el marasmo de objetos y colores y que la atención de la persona que mira la foto no consiga centrarse. Otra magnífica alternativa para fastidiar la foto  es ese fondo homogéneo en el que se cuela una manta torcida, colgada de la  pared de cualquier forma. Media botella de Coca-Cola tirada tampoco viene mal. 

  Harry Fisch.- Luchador Kusti en Benarés, India.

4.- Basta con que uno  salga bién.-  Si es una foto de grupo, lo mejor para hacer la pésima  foto es asegurarse que uno o dos miren a la cámara mientras los demás van a su bola.  Para lograrlo basta con darse mucha prisa. Hacer la foto rápidamente, sin molestar al personal. El de la derecha mira fuera de la cámara, otro se mira un pié, el tercero tiene un brazo fuera del encuadre. Es perfecto. La  foto del  “Huy, si hubiera esperado medio segundo más..”. Éxito asegurado: una foto mala, mala, malísima.


Harry Fisch. Familia trás el té, Zainabad. India

5.- No permitas que  una buena luz te estropee una mala foto.- No permitas que la luz te ayude. Si puedes escoger hora para hacerlo mal de verdad, lo mejor es el  verano a  las doce  del mediodía. Esa hora en la que salen unas sombras durísimas que provocan falsas ojeras y horribles rictus.  Magníficas sombras estilo  Poltergeist.
Otra gran  alternativa es seguir el consejo  de  los libros de iniciación: la luz partiendo  detrás del fotógrafo alumbrando a la víctima.  Como todo, esto es susceptible de mejora si   lo haces a  las seis de la tarde, en verano y te aseguras  que  la luz  de  en toda la cara al sujeto. ¡ Habrás logrado tu pésima foto del día.!:  un modelo cegado, con la luz en toda la cara.  Eso sí, perfectamente expuesta tu  foto.

6.- Comprueba que el sujeto está en la sombra y que detrás, al fondo, todo está iluminado.-  Variante uno: has conseguido (mejor dicho, la cámara ha decidido) que lo de atrás esté bién expuesto. Esas macetas con flores, esa pared andaluza. ¡Qué bonito! ¡Lástima de cara oscura! ¡Lástima de colores empastados!
Variante dos: has conseguido (mejor dicho la cámara ha decidido) que lo de delante quede bién expuesto. Esa cara, esa sonrisa. Qué importa si la pared es casi gris (era blanca). Siempre te queda explicarle al amigo de turno que la cámara es mala y que no sabes porqué unas veces salen y otras no.
  
7.- Cómprate inmediatamente una cámara automática y muy  cara.-  Éxito asegurado: pésimas fotos de bonito colorido. En pantalla gigante a poder ser.  Pero consuélate,  ya tienes un culpable: la cámara.  Con suerte, todo lo va a hacer ella.  Al fin  puedes hacer lo mismo que las grandes empresas que pagan mucho a los consultores,  cómprate  una cámara reflex, muy cara,  con dos objetivos Zoom muy buenos. De ese modo la responsabilidad es claramente del “otro”. En tu caso de la cámara. ¡Ya qué te has comprado una cámara buena, no  te canses en aprender eso del diafragma, ni del ISO! Son cosas del pasado.  Preceptiva la  consulta previa en un foro de fotografía.  Todos se precipitarán a  explicarte  lo importante que es eso  del  objetivo, y la bolsa para llevar el equipo,  y el trípode.